Una buena rehabilitación, incrementa el valor de mercado de una vivienda, descontada la inversión realizada para la obra, el beneficio rodaría entre 15% y el 20%
El proceso de vender una vez llevada a cabo la reforma, es importante, para evitar operaciones ruinosas, es necesario tener una estrategia de compra bien definida, tener claro el producto a comprar, la financiación necesaria para la adquisición y que tipo de producto queremos ofrecer al mercado.
La teoría dice que se hace necesario ser rápido en la venta pues si la vivienda, está más de tres meses y no hay ofertas, te ves obligado a bajar drásticamente su precio.
Comprar, rehabilitar y vender
Definir la ubicación, y saber a qué precio se está vendiendo el producto sin reformar, para una vez analizado estos factores y valorar los costes, realizar la operación minimizando los riesgos. A la hora de analizar los costes para la rehabilitar, es coherente establecerse un presupuesto adecuado a la ubicación de la vivienda, diferenciar el público objetivo y al mercado a quien te diriges.
Lo coherente es invertir en mejores calidades en la reforma, si la ubicación es una zona centro, así como más funcionalidad en la reforma si se trata de una zona secundaria.
En esta fase, el presupuesto es clave, como lo es contar con los mejores profesionales para no llevarse sustos durante la obra y diferenciar el producto. Por último, se recomienda amueblar la casa, así se acelera la toma de decisión de compra por parte del comprador. Hay que conseguir que se sienta viviendo en ella, porque el componente emocional a la hora de comprar casa es muy importante.
Vender en menos de tres meses
Tu producto debe destacar por tener mejor relación calidad-precio que el resto, hay que conseguir vender el inmueble en menos de tres meses para evitar que se queme y haya que rebajar el precio. El proceso completo debe durar seis meses desde el día en que vas al notario a comprar la vivienda y el día que vuelves para venderla.